Eran los años 90. Usted y yo nos desplazábamos a los comercios cercanos para satisfacer necesidades cotidianas. ¿Recuerda cómo eran esos establecimientos, quienes los regentaban, qué vendían y cómo lo hacían?
En esa misma época, en EEUU, aparecían las primeras herramientas de analítica digital iniciando un camino imparable que cambiaría el modo en que las empresas comprenden a sus clientes.
El cambio, aunque rápido, fue inexorablemente unido a diversas tecnologías que condicionan el punto de partida en el que hoy en día nos encontramos. Tuvimos que vivir un par de burbujas (tecnológica y financiera), la evolución de los dispositivos móviles, cambios jurídicos, culturales, generacionales y sobre todo tecnológicos, para llegar a donde hoy en día nos encontramos.
Año 2019. Han pasado 25 años y la analítica digital se torna imprescindible para tomar decisiones de negocio. Hoy en día, se puede tener un conocimiento conciso de cualquier cliente que visite nuestro ecommerce. Conocer la audiencia, el modo que llega hasta nosotros, su comportamiento así cómo el rastro que lleva a concretar una compra (o no).
Este año se prevé que cierren sus puertas en EEUU más de 12000 negocios físicos como consecuencia de la pérdida de cuota de mercado con respecto a negocios digitales. El problema tiene nombre: apocalipsis del retail. La solución, también.